martes, 7 de febrero de 2023

CALEFACCIÓN = LUJO

  • “El futuro energético en riesgo: ¿están los españoles preparados para conectarse a la nueva era de la energía sostenible?”


  • Posiblemente que el 67% de los españoles prescindirá de la calefacción para hacer frente a la subida de los precios

La calefacción ya es un servicio de lujo. Así lo evidencia el estudio de una empresa de generadores de energía, donde casi 7 de cada 10 encuestados afirma la utilizarán durante los meses de invierno

El 83% de los españoles ya ha cambiado sus hábitos de consumo para hacer frente a la factura de la luz: optimizar el uso de electrodomésticos (71%) y renunciar al ocio (39%), algunas de las medidas adoptadas.

En el contexto actual, con situaciones críticas en varios frentes socio económicos, casi el 70% de los españoles piensa que es probable un período de desabastecimiento energético en los próximos meses.

Con el invierno en su máximo apogeo, el uso de los sistemas de climatización se ha convertido en uno de los grandes dilemas de los hogares españoles que asisten al imparable crecimiento de los precios. Con unos niveles históricos de inflación, el 67% de los españoles afirma disminuir o renunciar a utilizar la calefacción durante los meses de invierno para hacer frente a la factura de la luz. 

Que la calefacción haya pasado a ser un servicio de lujo para casi 7 de cada 10 españoles, es un dato que destaca por lo alarmante de la situación que provoca. Esta es la realidad de una gran parte de la población, una situación que es especialmente grave teniendo en cuenta la crudeza del invierno en algunas zonas de la geografía española. Parece de ciencia ficción que en pleno siglo XXI los hogares españoles tengan que decidir entre pasar frío y comer, pero lo cierto es que el elevado coste de la luz hace que la calefacción se haya convertido en un servicio al alcance de unos pocos.

Hábitos de consumo energético que viran hacia una vida recortada y austera

Poniendo el foco en los hábitos actuales, los españoles se van a apretar el cinturón en cuestiones energéticas para hacer cara a la subida de los precios. Un dato que pone de manifiesto la preocupación real por el incremento del coste del kW es que el 83% de la población española afirma haber modificado ya algunos de sus hábitos de consumo en el hogar. Lidera el ranking de las principales restricciones el control de uso de los electrodomésticos que más energía necesitan, como son el lavavajillas y la lavadora, con un 71,8%, seguido del apagado completo (sin dejarlos en modo suspensión) de los aparatos con un 37,9%.

Otra medida para paliar la subida del precio del kW es la renuncia al ocio (39,5%), entendido como restauración, cine o suscripciones a plataformas de entretenimiento. Ambas parcelas empiezan a resentirse con la subida generalizada de los precios y la necesidad de hacer frente a cuestiones básicas.

Sin embargo, la apuesta por las energías renovables como una vía de escape al disparado coste de la electricidad, no aparece hasta la última posición con un 18%. 

El miedo al desabastecimiento energético es una preocupación real entre la población española

A la inflación tenemos que sumarle otra inquietud más: el miedo a los posibles cortes en el suministro energético que pudieran llegar en un futuro cercano a España. Los conflictos al Este de Europa han acrecentado la inseguridad en torno a la garantía en el suministro de los recursos actuales. Aunque son muchas las voces que aseguran que no pasará, el resquicio de probabilidad que queda es suficiente para que el 70% de los españoles vea plausible un escenario de desabastecimiento energético en los próximos meses.

En este sentido, ante un eventual escenario de falta de suministro energético, los datos indican que el 72,5% de los españoles no cuenta con un sistema de emergencia o backup para mantener el flujo de consumo energético en caso de necesidad. Este dato evidencia que la sociedad española no está preparada para una situación de cortes o problemas en la red eléctrica actual. Al igual que en otros países es una práctica habitual, en España es una cuestión que no se pone en práctica y que se asume ajena al consumidor final, dejando en las instituciones y gobiernos la responsabilidad en su totalidad.

CONCLUSION

Dada la situación sociopolítica en la que España esta inmersa, como el resto del mundo, y no perdiendo la perspectiva del reajuste climático y medioambiental del planeta, el futuro apocalíptico que se avecina puede que no sea de película de Ciencia Ficción, sino de Realidad Venidera.