En Europa, los edificios representan el 40% de la energía que consumimos y emiten un 36% de las emisiones de CO2.
Entre el 10% y el 15% de los materiales se desperdician durante los procesos de construcción y edificación; además de que el 54% de los materiales de demolición son enviados al vertedero sin clasificar.
El sector de la edificación necesita una transformación hacia un modelo CIRCULAR en el que estén implicados todos los actores e intervinientes, y se contemplen las externalidades ambientales y sociales generadas a lo largo de todo el ciclo de vida de los edificios.
Aunque la economía circular ha avanzado bien en otros sectores, en la edificación todavía existe un largo camino por recorrer y se necesita la implicación de todos los agentes que intervienen en los procesos tanto productivos como gestores, para transformar el modelo en todo el ciclo de vida de los edificios. Esta es una de las principales conclusiones del informe ECONOMIA CIRCULAR en la Edificación, elaborado por Green Building Council España (GBCe) y publicado en el marco del Día Mundial del Reciclaje, del pasado lunes 17.
Dicho informe indica que en la edificación, el concepto de economía circular se suele relacionar con los residuos y los productos, pero en realidad va mucho más allá. Se arrojan datos muy interesantes como por ejemplo que en Europa los edificios representan el 40% de la energía total consumida y emiten un 36% de las emisiones de CO2. Al igual que, entre el 10% y el 15% de los materiales se desperdician durante el proceso de construcción y el 54% de los materiales de demolición son enviados a las plantas de reciclaje sin clasificar o directamente a vertederos (sin incluir datos de vertederos incontrolados). Estas cifras reflejan la necesidad de realizar de forma inminente cambios en el sector, que debe avanzar hacia un sistema de recirculación de productos, componentes y materias, consiguiendo así que se mantengan su utilidad y valor máximos en todo momento, con la gran finalidad de reducir los residuos al mínimo, siendo estos los que realmente no se puedan reutilizar.
Actualmente hay una dispersión tal en el sector a la hora de conseguir los objetivos de la ECONOMIA CIRCULAR que, entre la existencia de las no pocas barreras a superar y la falta de coordinación de todos los responsables (empezando por la propia administración), el sistema actual es el de la ECONOMIA LINEAL siendo ineficiente e insostenible en el tiempo ya que consiste en extraer, fabricar, usar y tirar, buscando unicamente crecimiento económico y consumo constante, dando lugar a un agotamiento de la biocapa del planeta y la extinción de especies, incluida la humana.
La solución la tenemos todos y cada uno de nosotros en nuestra mano (desde la empresa familiar como tal, hasta las multinacionales, pasando por la propia gestión de los hogares). La ECONOMIA CIRCULAR no se percibe como una ventaja económica a corto plazo, pero a largo plazo los resultados estarán aquí. Una transición en este sector generaría nuevos modelos de negocio.
PENSAMIENTO:
"Mejor reciclar productos para las manualidades de tus hijos, que bajar al bazar a comprar un simple gorro de cocinero. Conseguirás compartir tiempo de calidad con tus hijos y aportar tu grano de arena a esta transición. Se lo debemos a las nuevas generaciones"